Amigos visitantes

Este blog es parte de Literalia México. Si accedieron a éste directamente, te sugerimos visitarnos en su página principal http://literaliamexico.blogspot.com/ Gracias por tu preferencia e interés.

sábado, 5 de febrero de 2011

DEBE TENER UNA HISTORIA

“Debe tener una historia… Debe tener una historia…”

Tras un día agotador en la escuela, llegué a casa para poder ducharme y asistir a una fiesta en honor del director de carrera. Tengo por costumbre verificar mi correo electrónico, así como enterarme de algunas noticias en la Internet. Pronto el mensaje “1 mensaje sin leer” hizo su aparición.

Al comenzar su lectura, mi rostro se endureció y mi ceño se frunció sobremanera.

“En el mes de agosto -06 y 09- se conmemora el 65 aniversario del lanzamiento de las Bombas Atómicas a los pueblos Japoneses de Hiroshima  y Nagasaki, convirtiendo a Japón en el primer y único país victima de ataques atómicos en la historia de la humanidad. Según cifras oficiales, las bombas atómicas ocasionaron la muerte a 140.000 personas en Hiroshima y 80.000 en Nagasaki.

Aún el día de hoy los habitantes de ambas comunidades sufren los efectos desastrosos de la radiación, muchos mueren de enfermedades como el cáncer y algunos siguen naciendo con deformaciones severas. Miles de personas aún continúan muriendo producto de la radioactividad, elevándose la cifra total de víctimas por ambas bombas a 269.446.”

Inconscientemente aparté mi vista del monitor, pues al mirar con avidez la parte baja del texto, una imagen escalofriante me estremeció de pies a cabeza. Cerré los ojos y me puse de pie contra la pared. Mi mente giraba a mil revoluciones por segundo. El rostro imperceptible de aquel joven ocupaba todo resquicio de dignidad, de vergüenza, de dolor.
“Debe tener una historia… Debe tener una historia…” Fue la única frase que pude balbucear en medio de mi incoherencia total.


Las horas trascurrieron como escenas fantasmagóricas que rehusaban abandonar mis pensamientos. “La nota es incorrecta…”, me decía a mí mismo. No murieron miles ni millones, murió uno… uno solo… en nombre de todos los que pudieron sufrir tan dramática muerte…”

La noche llegó plena, oscura. La última vez que miré el reloj eran las 2:30 de la madrugada. Cual losa plúmbea sobre mis hombros, caí en el espasmo de una pesadilla inimaginada. Más por necesidad que por cansancio, mis ojos se cerraron hasta caer en un sueño profundo y necesario.

Al siguiente día, camino a la universidad, me crucé con un joven que caminaba con rapidez justo a mi lado. De rostro oriental, me miraba sonriente como queriendo charlar conmigo. Pese a que soy más bien poco sociable, respondí a su gesto para luego dar paso a un diálogo que se prolongó por varios minutos.
¿Estudias en la universidad?, pregunté. Sí, en la carrera de psicología, respondió. ¿En qué grado?. ¿En noveno semestre?, dijo. ¡No puede ser!, espeté. Yo también curso ese grado y nunca te he visto, le dije con extrañeza.

Me dio la mano, y juro por Dios que es la mano más suave y delicada jamás tocada en toda mi vida. Hikaru Kato, dijo inclinando la cabeza. Yo soy Michael Sinclair, expresé con agrado.

La conversación siguió sin percatarnos ambos del paso del tiempo. Es que le gustaba el mismo equipo de basquetbol, la misma música, la misma marca de ropa, la misma comida, vinos y pastelillos. El asombro por la cascada de coincidencias era abrumador. Los mismos objetivos en la vida, los mismos proyectos, los mismos ideales en torno a la mujer de nuestros sueños.
Cual si fuese mi calca humana, nuestras sombras proyectadas por el sol de la mañana, parecían converger una sobre la otra, llenándome más de temor que de complacencia.
Nos despedimos con emoción. Al propinarnos un abrazo, una descarga eléctrica me sacudió y me hizo perder el conocimiento.


Cuando volví en sí, no sabía cuanto tiempo había transcurrido, mucho menos cómo es que me hubiesen transportado justo a mi cama, a mi alcoba, a mi casa.
Al voltear sobre mi costado para ver el reloj, un frío aterrador paralizó mi vida entera, pues marcaba justo las 2:35 de la madrugada.

Jadeante, el corazón amenazaba salir por mi boca. Con el aliento contenido, pegué un salto y me dirigí a mi computadora. Allí estaba. La misma imagen que minutos antes me sobrecogiera profundamente.

“Debe tener una historia… Debe tener una historia…”, repetí una y otra vez, hasta que por fin apareció el sol por entre las laderas.

Federico Ormeño Funes

18 comentarios:

  1. ¡Extraordinaria trama! Quiero definirla con una sola palabra: ¡Empatía!
    No puedo calificar de magnífica a la fotografía, pero sí de dramática.
    Me hizo reflexionar sobre algo que nunca debiera ser olvidado.

    ResponderEliminar
  2. Extraordinary tale. In effect, We do not need to watch the photography: We have it in mind. The author deserves a high recognition. The way He use to emphasize a young man with the same dreams in life, make it exceptional.

    ResponderEliminar
  3. Estimado Federico:
    Te felicito muy cordialmente. La historia es diferente al sello que, de manera natural, se le impone a tan aberrante hecho.
    Desde mi punto de vista lo has "actualizado" a una esfera de pensamientos del siglo XXI.

    ResponderEliminar
  4. All my life I felt dismay at the tragic crime against humanity.
    However, this story rises up a light of faith and mercy.

    ResponderEliminar
  5. Leonor Santaella B.7 de febrero de 2011, 16:50

    Considero que es difícil opinar sobre un tema tan vergonzoso para la humanidad. Sólo la guerra tiene la capacidad de destruir vidas, sueños, ilusiones de manera tan dramática, por culpa del propio hombre.
    Cuando surge una tragedia natural, al menos nos reconfortamos de pensar que fue designio divino.
    Los felicito por tan hermoso homenaje a todos aquelos seres indefensos, que sin culpa alguna, murieron bajo la garra del poder del hombre.

    ResponderEliminar
  6. Este relato tiene una fuerza indescriptible, pues combina una tragedia auténtica, real, con una idea poética al entrelazar las vidas de ambos personajes.
    Sinceramente me parece digna de elogio.
    ¡Enhorabuena Federico!

    ResponderEliminar
  7. My admiration to this tale. It is incredible the dramatism enclosed between lines.
    The story moves me to fight against all odds.

    ResponderEliminar
  8. Este es el segundo relato que leo de Federico. Considero que tiene un toque de genialidad y fortaleza en su estilo narrativo.
    La fotografía está procesada, pero no pierde el dramatismo de aquel lúgubre momento.

    ResponderEliminar
  9. Extraordinary work. I am addict to this kind of tales. It is so brilliant the way combine the reality with the virtual reality.
    Congratulations

    ResponderEliminar
  10. Antonio Zea Martínez (Tamaulipas)8 de febrero de 2011, 22:01

    Me ha gustado extraordinariamente. Siento el relato muy creativo, profundo y lleno de una ansiedad por hacer justicia a todos aquellos seres indefensos que murieron sin saber cómo les llegó la muerte.

    ResponderEliminar
  11. I am so greatly surprised about this tale. It is exquisite and beauty. The narrative is agile and well structured.

    ResponderEliminar
  12. Hermosa prosa que ilumina el alma de todos aquellos que perecieron esos días.
    Sin embargo, voces tan bellas como éstas se elevan para ofrecer una esperanza.
    Bendiciones al autor:
    Mariana Rivapalacio

    ResponderEliminar
  13. I feel shocked about it. Sometimes I wish to live in other planet, another kind of life, but it is imposible. However, this is a very proud way to say to the world: Never again!

    ResponderEliminar
  14. El concepto de escribir un relato basado en una fotografía se me hace sensacional. Para el escritor es un reto, para nosotros los lectores, es un placer.
    Felicidades

    ResponderEliminar
  15. What a hard impression I felt about it. I thought forget it, but remains in my mind.

    ResponderEliminar
  16. Cuán cierto aquello que dice que el hombre es el lobo del hombre. Me gustó el relato por la empatía y valoración a los jóvenes que perdieron su vida a cambio de nada.

    ResponderEliminar
  17. Alguna vez me soñé en medio de una explosión nuclear. Cuando desperté presa del pánico, me tocaba mi cara, brazos, piernas. Todo había sido una pesadilla.
    Sin embargo, para ellos no.

    ResponderEliminar
  18. Extremely hard and embarrassing. Man is the only being who is capable of committing assassinations of this kind.

    ResponderEliminar