Era la cuarta vez que las llamaban, ya estaba anocheciendo y si bien no hacía frío, el día de playa estaba llegando a su fin; había sido espléndido, ni frío ni calor; solo una pequeña brisa a última hora; estar de vacaciones en un pueblito cerca del mar permite llegar a la playa en pocos pasos.
Desde la mañana temprano estaban en “un proyecto secreto”, parece ser que en una de las tantas veces que entraban y salían del agua, encontraron unas piedras muy llamativas y extrañas, porque tenían incrustados minúsculos pedacitos de un elemento brilloso, muy brilloso, y … si eran diamantes?, esa fue la primera pregunta que se hicieron.
En un abrir y cerrar de ojos se transformaron; Manuela era doctora en piedras, mineróloga le había explicado su padre y Camila era investigadora de campo.Se habían propuesto recolectar todas las piedras que pudieran para llevarlas a su “laboratorio” y allí analizarlas con mas detenimiento.
Ya tenían todo pensado, en la cochera de la casa de Cami, había un placard con herramientas, una pileta de lavar la ropa muy grande, porque seguramente tendrían que hacer distintos procesos de limpiado de todo lo que encontraran, también había frascos de mermeladas vacíos donde pondrían cada una de las distintas piedras según su aspecto y tamaño.Manuela recordó que la maestra siempre les decía que “Cuando se trabaja hay que ser ordenado y prolijo”, para no perder ninguna información en el camino.
Ellas estaban en su mundo, iban y venían al agua buscando “sus” piedras, que no eran cualquier piedra; también escuchaban como a lo lejos el llamado cada vez mas insistente de Graciela, la mamá de Camila; ella sabía que cuando la madre pronunciaba su nombre con una i muy larga, era señal de problemas inmediatos.
Si, estaban en su mundo, ese donde las palabras tenían un solo sentido, lo que querían decir; un mundo donde no había que leer entrelíneas para descubrir que cuando se dice algo, en realidad se quiere decir otra cosa; definitivamente para ellas los adultos eran una gran incógnita, demasiado complicados.
Y volviendo a su “investigación” parloteaban sin parar haciendo planes para el día siguiente, porque sabían que si no “hacían caso”, el proyecto corría peligro.
Y así terminó este día para Manuela y Camila, ansiosas de que llegue la mañana siguiente para volver a la playa y a sus “piedras tan preciosas”
Niñez, nos sentimos indestructibles, el tiempo por delante nos pertenece, la justicia y lo correcto son moneda corriente.
Un día en la playa como tantos que yo pasé en mi niñez, porque ésta; ésta es mi historia.
Patricia Bonanno
Argentina
Fotografía y cuento
Querida Patricia:
ResponderEliminarMe has hecho revivir una etapa maravillosa de mi vida. Yo vivía en Veracruz, México, y mis padres me llevaban casi a diario a la playa.
Te felicito por tu ternura y sensibilidad.
Cármen
So sweet. The childhood is the discovering chance the world we are going to walk.
ResponderEliminarThe childhood secrets are jewels that shine in our life. Its power give us the light to discover the correct road. Congratulations!
ResponderEliminarBlessings:
Anette Sheridan
Querida Patricia:
ResponderEliminarCon la simpleza y sensibilidad que se percibe en tu historia me remontaste a mi tierna infancia, cerca del mar y del cielo, donde el alma remonta vuelo y creaste un espacio especial pleno de imagenes visuales donde el tiempo se detubo, lleno de magia y de aventura...Te felicito, una fotografia dentro de una fotografia; gran talento.
Claudia.
GENIAL!!!!!!!!!!!!! una pequeña gran historia y una foto igual de linda!!! besos, Die.
ResponderEliminarThe capacity to retain scenes in our mind, primarily childhood, give us the opportunity to fight for reaching important things.
ResponderEliminarCongratulations about this tale!
Muy hermosa forma de expresar lo valioso que es conservar recuerdos tan vivos, idealistas y llenos de sueños de nuestra niñez.
ResponderEliminarFelicito a Paty por tan hermoso relato
Les agradezco a todos por sus comentarios, ya que éstos nos llenan el alma y son una caricia para nuestro corazón, sigamos compartiendo este hermoso arte de la fotografía y en este juego; recobremos el niño que nos sostiene silenciosamente cada día de nuestro presente.
ResponderEliminarPatry
Muy elocuente y hermoso relato.
ResponderEliminarAlguna ocasión participé en un seminario, y ése fue exactamente uno de los ejercicios: ¡Recordar y expresar en público algún evento de nuestra niñez!
Me parece lindo y profundo.
Lovely Patry:
ResponderEliminarI congratulate you about this sensible and beautiful story. The photograph is excellent.
Blessings:
Franz
Querida Patry:
ResponderEliminar¡Cuán bello relato! Totalmente de acuerdo contigo cuando dices que son una caricia para el corazón.
¡Abrazos!
¡Maravillosos recordar!
ResponderEliminarQuerida Patry, me hiciste gozar mis travesías de niña en las playas de mi tierra.
Pensé que estaban olvidadas.
Saludos
Dear Patry:
ResponderEliminarIt is very important to keep in heart the authentic value things in the life. The childhood is a wonderfull treasure.
Wonderful prosa. This tale has de enchant of childhood in the perspective of time.
ResponderEliminarWarm greetings to Patry:
Diane
¡Me encantó! Muy agradable, dulce y reflexivo mensaje me dejas con tu relato.
ResponderEliminarLa idea de la fotografía es genial.
¡Gracias por el recuerdo!
ResponderEliminarEsta escena la hemos vivido por generaciones.
Gracias nuevamente por revivir este maravilloso momento.
Soy Patricia y les agradezco muchísimo todos sus comentarios!!!
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